28.6.13

Hombres amadores de sí mismos

será la característica de los postreros días. Este amor de uno mismo conducirá a una actitud de avaricia y a un espíritu jactancioso. «Vanagloriosos» en realidad significa «fanfarrones». El afecto verdadero casi desaparecerá; y en su lugar prevalecerá el afecto contra naturaleza. «Crueles» significa «salvajes» y ciertamente que hoy es evidente una conducta salvaje. «Impetuosos» significa «imprudentes» o «desenfrenados»; y por cierto que vivimos en una edad de desenfreno, sea que se trate de la velocidad de los medios de transporte, el desperdicio del dinero o del desprecio a la vida humana.

¿Por qué deben los cristianos proclamar la Palabra de Dios?

«Porque vendrán tiempos» cuando la gente no querrá oír la Palabra de Dios... ¡y dicho tiempo ya ha llegado a nosotros! Muchos que asisten a las iglesias no quieren doctrina «sana»; en lugar de eso quieren espectáculos de entretenimiento religioso de parte de ejecutantes cristianos que les acaricien los oídos. En las iglesias tenemos hoy una fascinación por las novelerías. Demasiado a menudo se ignora a la persona que simplemente abre la Biblia y enseña, mientras que el actor religioso se convierte en una celebridad. se indica que los oídos con «comezón» pronto se vuelven «oídos sordos» conforme la gente se aleja de la verdad y cree en las fábulas inventadas por los hombres.

¿Cuál es el propósito de la Biblia?

La salvación es el primer propósito, por supuesto, pero también se incluye la vida cristiana. La Palabra es útil para enseñar (doctrina), producir convicción (redargüir), corregir y disciplinar (instruir). Capacita al hijo de Dios para que llegue a ser un hombre de Dios, maduro en las cosas del Señor. «Perfecto» no significa exento de pecado; significa «maduro». Y «enteramente preparado» quiere decir «completamente equipado». Así, la Biblia transforma al niño en una persona madura en Cristo; equipa a los santos para ser siervos. Es bueno que los creyentes tomen cursos de estudio y aprendan métodos de ministerio, pero la mejor manera para equiparse en el servicio a Dios es estudiar y practicar la Palabra de Dios. Los libros de estudio nos dicen cómo; pero la Biblia nos da la motivación y el poder para vivir lo que aprendemos.