19.5.12

Clama a mí, y yo te responderé


Jer 33:3  Clama a mí,  y yo te responderé,  y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
Jer 33:6  He aquí que yo les traeré sanidad y medicina;  y los curaré,  y les revelaré abundancia de paz y de verdad.
Jer 33:8  Y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí;  y perdonaré todos sus pecados con que contra mí pecaron,  y con que contra mí se rebelaron.
Jer 33:9  Y me será a mí por nombre de gozo,  de alabanza y de gloria,  entre todas las naciones de la tierra,  que habrán oído todo el bien que yo les hago;  y temerán y temblarán de todo el bien y de toda la paz que yo les haré.
Jer 33:11  ha de oírse aún voz de gozo y de alegría,  voz de desposado y voz de desposada,  voz de los que digan:  Alabad a Jehová de los ejércitos,  porque Jehová es bueno,  porque para siempre es su misericordia;  voz de los que traigan ofrendas de acción de gracias a la casa de Jehová.  Porque volveré a traer los cautivos de la tierra como al principio,  ha dicho Jehová.

Los que esperan recibir consuelo de Dios deben invocarlo. Se dan promesas no de destruir, sino de vivificar y alentar la oración. Estas promesas nos guían al evangelio de Cristo; y en él Dios ha revelado su verdad para dirigirnos, su paz para tranquilizarnos.

Todos los que son limpiados de la inmundicia del pecado por la gracia santificadora, por la misericordia perdonadora son liberados de la culpa. Cuando los pecadores reciben la justicia, y son lavados y santificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu Santo, son capacitados para andar delante de Dios en paz y pureza. Muchos son llevados a notar la diferencia real entre el pueblo de Dios y el mundo que los rodea, y a temer la ira divina.

Se promete que el pueblo que estuvo entristecido por mucho tiempo, de nuevo se llenará de gozo. Donde el Señor da justicia y paz, dará todo lo necesario para las necesidades temporales; y todo lo que tenemos serán consolaciones como santificados por la palabra y la oración.