2.7.13

El sufrimiento nos ayuda a crecer

«La sangre de los mártires es la semilla de la Iglesia» escribió Tertuliano el padre de la Iglesia; y la historia demuestra que es verdad. Un cristiano chino devoto dijo: «El sufrimiento en China ha multiplicado las bendiciones porque ha purificado a la iglesia». Los cristianos tesalonicenses tenían una reputación de una fe creciente, esperanza constante y amor abundante (1 Ts 1.3); y sus experiencias difíciles hacían que creciera su fe, esperanza y amor.

Todavía más, su testimonio seguía creciendo también, porque todas las iglesias habían oído de ellos y su postura por el Señor. Pablo podía gloriarse de ellos en todas las iglesias. Su firmeza y perseverancia era un estímulo para otros creyentes.

Nótese también que crecían en paciencia (v. 4). «La tribulación produce paciencia» (Ro 5.3). Por supuesto, en el NT «perseverancia» no es simplemente «esperar a que pase»; es firmeza en perseverar en el Señor, seguir avanzando cuando es difícil. El cristiano que ora por más paciencia debe esperar más tribulación, porque la tribulación es la herramienta espiritual que Dios usa para hacernos pacientes.

Cuando viene el sufrimiento, o bien nos desarrollará o nos destrozará. Si aceptamos el sufrimiento, nos rendimos a la voluntad de Dios y por fe continuamos fieles, entonces el sufrimiento nos hará crecer. Si resistimos el sufrimiento, nos quejamos a Dios y nos damos por vencidos en incredulidad, entonces el sufrimiento destrozará y debilitará nuestro testimonio. Véase 1 Pedro 4.12–19.